El otro día, Suzette Hall recibió una llamada desgarradora de un propietario del sur de California. Un perro callejero, abandonado recientemente por su familia en un parque al otro lado de la calle, seguía deambulando por el vecindario de la persona que llamó y ella había comenzado a refugiarse en los arbustos de la mujer.

“El parque está lleno de coyotes, pero ella se encontró más segura en el vecindario al otro lado de la calle”, escribió Hall, fundador del rescate de perros Logan’s Legacy, en Facebook. “Descubrimos que ella dormiría en el mismo patio”.

Cuando Hall llegó a la casa de la mujer, habló con un grupo de vecinos que habían intentado rescatar al perro antes. Sin embargo, el cachorro se negó a dejarlos acercarse.

“Todos se esforzaron mucho, pero ella estaba muy asustada”, escribió Hall. “Cuando me detuve… literalmente pude sentir su miedo y su tristeza”.

Con una tormenta inminente que amenazaba con caer en cualquier momento, Hall inmediatamente entró en acción. Colocó su humana trampa para perros con deliciosos bocadillos y esperó a que el perro se acercara.

El tímido cachorro se acercó un poco más a Hall, pero estaba demasiado nerviosa para entrar en la jaula. Hall decidió darle algo de espacio al perro alejándose de la trampa, y pronto se sorprendió por la reacción del pequeño.

“[Ella] corrió detrás de mi camioneta”, escribió Hall. “Ella sabía que yo estaba a salvo y sabía que yo estaba allí para salvarla”.

Hall salió de su camioneta y, con la ayuda de puertas para bebés, acorraló al perro hasta su trampa. Hall sintió una abrumadora sensación de alivio cuando logró capturar al perro, y el grupo de vecinos que observaban tuvo la misma reacción.

“Todos los vecinos estaban mirando y aplaudieron cuando finalmente la puse a salvo”, escribió Hall. “Me alegré mucho de que ella también estuviera a salvo”.

Hall levantó con cuidado a la perra, a quien llamó Iris, y la colocó en el asiento delantero de su camioneta. Mientras conducía hacia Camino Pet Hospital, la dedicada rescatista miró hacia abajo y casi rompió a llorar cuando vio cómo dormía Iris.

Iris se quedó dormida con la cabeza apoyada en el reposabrazos del asiento y las patas juntas en posición de oración.

“Se sentía como si realmente estuviera orando”, dijo Hall a The Dodo. “Pasó por muchas cosas y realmente se sintió muy agradecida”.

Las oraciones de Iris fueron respondidas cuando Hall la salvó. La dulce niña fue a conocer a sus nuevos amigos en la clínica veterinaria, donde recibió el certificado de buena salud. Pronto se está preparando para ir a un hogar de acogida, donde finalmente experimentará el verdadero amor y cuidado por primera vez.

Hall espera encontrar pronto una familia permanente para Iris. Pero por ahora, está encantada de saber que la dulce niña está descansando en un hogar cálido, justo como aquel por el que había orado.