Todos los cachorros necesitan el amor infinito de su madre y sus dulces besos. Su abrazo amoroso es el lugar donde se sienten más seguros y adorados.
Casey era solo una pequeña bebé peluda cuando personas sin corazón la alejaron de su amada madre, privando al cachorro de su amor.
En lugar de acostarse junto a su madre en un hogar amoroso, Casey fue abandonada sin piedad en un mercado local.
Aunque se sentía débil y enferma, la cachorrita lloraba tan fuerte como podía. El pequeño canino extrañaba a su madre y ella seguía llamándola, esperando volver a ver su amoroso rostro.
Lamentablemente, la gente en el mercado no logró encontrar compasión en sus corazones y acudir en su ayuda. Sin que le quedaran fuerzas, el exhausto cachorro se desplomó sobre el cemento.
Mientras la cachorrita yacía en el suelo aferrándose apenas a la vida, no podía imaginar que el destino le tenía reservadas cosas maravillosas.
Afortunadamente, alguien llamó a los rescatistas de la Fundación Little Steps Matter, quienes llegaron al lugar al poco tiempo.
Sus corazones se llenaron de tristeza después de ver a un pequeño cachorrito indefenso tirado en el cemento.
Los comerciantes admitieron que el cachorro estaba en el mercado desde el amanecer. El equipo de rescate no podía creer que nadie se sintiera obligado a ayudar al bebé que lloraba.
Los rescatistas intentaron buscar a la madre del cachorro, pero no la encontraron por ningún lado.
Los humanos de corazón gigante acariciaron a la pequeña bebé, mostrándole el amor y la bondad que tanto necesitaba.
Se dieron cuenta de que el cachorro, más tarde llamado Casey, estaba enfermo.
El equipo de rescate colocó a Casey en una caja de cartón para mantenerla abrigada. Alimentaron al cachorro hambriento que seguía mirándolos con ojos temerosos.
Los héroes de Casey la metieron en una caja y se dirigieron rápidamente a una clínica veterinaria.
Además de estar flaco y deshidratado, al dulce canino le diagnosticaron lombrices. Le dolía la piel. Ella también tenía sarna.
Casey todavía tenía miedo y se quedó paralizada mientras el veterinario la examinaba.
Una vez que realizó el chequeo, el veterinario determinó que Casey necesitaba quedarse en la clínica. Necesitaba atención las 24 horas del día.
Durante sus primeros días en la clínica, los ojos de Casey parecían tristes. Tenía una expresión de preocupación en su adorable rostro. La cachorrita todavía extrañaba a su amada madre.
El personal veterinario cuidó mucho a Casey y la colmó de palabras de aliento y mucho amor. El cachorro empezó a comer bien.
Casey comenzó a recibir tratamiento. Se sintió mucho mejor.
Después de permanecer en la clínica durante una semana, el encantador cachorro fue dado de alta.
Poco después de llegar al rescate, una maravillosa humana se enamoró de Casey. Se la llevó a casa, decidida a darle la mejor vida posible.
La madre eterna de Casey la cuidó excepcionalmente y continuó con su tratamiento.
Dos semanas después de su rescate, la cachorrita cambió por completo. Ya no le picaba la piel. Ella sonrió por primera vez y empezó a mover la cola sin parar.
Sus rescatistas visitaron al cachorro en su casa. Se alegraron al ver la felicidad en sus ojos.
Casey estaba jugando en el jardín con sus hermanos gatos. Finalmente estaba disfrutando de su infancia.
La mamá de Casey se convirtió en todo su mundo. Los dos se adoran.
La piel del cachorro sanó por completo y le creció un pelaje hermoso y esponjoso. Se convirtió en una bella princesa.
La madre de Casey dirige un preescolar privado y, a menudo, lleva a Casey con ella. El encantador cachorro brinda apoyo emocional a los estudiantes y le encanta jugar con ellos.
Estamos infinitamente agradecidos con los rescatistas de la Fundación Little Steps Matter por rescatar a Casey y por estar ahí para ella en el período más difícil de su vida.